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INCADER- Investigaciones de Cultura, Historia y Derecho de los Pueblos y Países Andinos.

IDENTIDAD PERUANA

RAZON DE SER DEL PERU.

RAZON DE SER DEL PERU.

 

(Autor: Mario Humberto Ortiz Nishihara.)


Desde los albores de su pasado más lejano, a su presente más feliz o infame; se asoman y se  imponen las razones de ser del PERU.

 

En primer lugar, cabe recordar que  no obstante la PLURALIDAD cultural, étnica y lingüística del Perú, e incluso a través de ella, hay una CONTINUIDAD de posesión histórica y cultural sobre este territorio, que viene desde las primeras sociedades que se forjaron en este suelo, hasta la época actual.

 

El hombre andino creó las primeras culturas que aparecieron sucesivamente en las diversas regiones, los INCAS consiguieron trazar la primera unidad relativa del país, sometiendo o asimilando a esas diversas etnias y pueblos, al TAHUANTINSUYO, la única gran sociedad política precolombina que tuvo las características de un imperio en lo que hoy es América del Sur, y a su turno los conquistadores españoles se sustituyeron en la sujeción del territorio ganado por los incas, estableciendo el virreinato del Perú, que continuó la tradición de dominio sobre el territorio hoy peruano y sobre parte del territorio que hoy pertenece a nuestros vecinos.   Sin embargo, a diferencia de otros países, el elemento étnico y cultural proveniente de los pueblos indígenas no desapareció ni es minúsculo, sino que sigue siendo un elemento esencial de la fecunda pluralidad de la población actual.   He allí el gran tema del Perú, su unidad  en la diversidad, a través entre otros: de la POSESION de la patria peruana, no solo desde la conquista española, sino desde los primeros hombres que asomaron sobre los Andes, sus costas y sus selvas, hace miles de años.

 

No debemos olvidar nunca, que esta patria, significó un “hallazgo” feliz para los pueblos que llegaron a aposentarse en él: andinos, amazónicos, europeos y asiáticos. ¿Porqué razón?, sencillamente porque aquí encontraron todo aquello que les había sido negado en otros lares  (tierras, fortuna, naturaleza para satisfacer sus necesidades y metales preciosos para el disfrute de las sociedades monetarias). Esta patria cobijó así a los ancestros cobrizos, arios, negros y amarillos; en ella se levantaron grandes sociedades de naturaleza imperial como el Tahuantinsuyo o sedes de dominación imperial como el Virreinato de Lima, se forjaron grandes fortunas y se prodigaron riquezas y honores en su nombre; por ello el apelativo de esta patria alguna vez fue sinónimo de oro y plata a raudales  y por eso se acuñó aquella estridente y a veces increíble frase colonial: ¡VALE UN PERU!

 

Del primer encuentro del hombre con la naturaleza pletórica y a la vez difícil y exigente de los Andes, surgieron las primeras culturas peruanas. ¡Y qué clase de culturas! Citaremos dos opiniones, primero las palabras de un conquistador (MANCIO SIERRA DE LEQUIZAMO), que en su lecho de muerte, a punto de morir a los ochenta años, en el Cusco, nos describió el mundo que había hallado cuando entró con Pizarro a los Andes y al cual había contribuido a destruir; leamos lo que dice este testigo directo de nuestra historia, para “descargo de su conciencia” como no se cansa de repetir, en el proemio de su testamento,:

 

 “...que entienda su majestad católica, que hallamos estos reinos de tal manera que en todos ellos no había un ladrón ni hombre vicioso, ni holgazán, ni había mujer adultera ni mala, ni se permitía entre ellos, ni gente mala vida en lo moral y que los hombres tenían ocupaciones honestas y  provechosas.

                                                      Y que las tierras y montes y minas y  pastos y  caza y maderas y todo género  de aprovechamientos estaba gobernado y repartido, de suerte que cada uno conocía y tenía su hacienda, sin que ninguno otro se la ocupase ni tomase, ni sobre ello había pleitos;   y que las cosas de la guerra aunque eran muchas, no impedían  las del comercio ni estas a las cosas de labranzas y cultivar de las tierras ni otra cosa alguna; y que en todo, desde lo mayor hasta lo más  menudo, tenían su orden y concierto con mucho asiento; y  los incas eran temidos y obedecidos y respetados y  acatados de sus súbditos como a gente muy capaz y de mucho gobierno y que lo mismo eran sus gobernadores y  capitanes…

                                              Y  que entienda su majestad católica que el intento que me mueve a hacer esta relación es  por el descargo de mi conciencia y  por hallarme culpable en ello; pues habemos convertido gente de tanto gobierno, como eran estos naturales y tan quitados de cometer delitos, ni excesos ni exhorbitancias así hombres como mujeres, (...) y así cuando vieron que había entre nosotros ladrones y hombres que incitaban a pecar a sus mujeres e hijas, nos  tuvieron en poco;   y habiendo venido este reino a tal rotura, en ofensa de Dios, entre los naturales por el mal ejemplo que les hemos dado en todo,  que  aquel estremo de no hacer  cosa mala, se ha convertido en que hoy ninguna o pocas (cosas)se hacen buenas, y requiere remedio y esto toca a su majestad, y en cuanto no lo pusiere corre sobre su real conciencia y la mía, y de los que la descubrimos y poblamos(…)

                          Y con esto suplico a mi Dios me perdone mi culpa, que es la ocasión de  ello; yo confieso que la tuve y tengo y me muevo a decirlo, por ver que soy el postrero que muero de todos los descubridores  y conquistadores, que como es notorio, ya no hay ninguno sino yo en este reino, ni fuera de él de todos los que a ellos vinimos; y pues en esto entiendo que he descargado mi conciencia, empiezo mi testamento en esta manera…"(1)

 

Y recordemos -a continuación- a un riguroso historiador como el británico Arnold Toynbee, quien considera que la civilización andina, surgida en el territorio que hoy ocupa el Perú, fue una de las civilizaciones primigenias que se dieron en el mundo; a la par que Egipto, China o Grecia; siendo que a la llegada de los conquistadores españoles, en la América precolombina solo cuatro sociedades habían alcanzado el grado de civilización: la Andina, la Yucateca, la Mejicana y la Maya.(2) 

 

Establecida la autoridad española sobre el Nuevo Mundo, la Corona fijó en el Perú la sede de la administración colonial más importante del subcontinente, aprovechando la reciente experiencia de sujeción de estos territorios al Tahuantinsuyo y el Perú se convierte en la cabeza de la dominación española en sudamérica. En otras palabras, la llegada del elemento étnico y cultural hispano  introduce un nuevo e importante capítulo en nuestra historia y  demarca el siguiente hito de la identidad peruana: su vínculación con la cultura hispana, pero no termina con la relativa unidad territorial y administrativa que habían impuesto los Incas, sino que por el contrario la dominación española se asienta sobre lo que ya los incas habían centralizado: el Virreinato del Perú se configura, encima de lo que ya los incas habían ganado y esa tradición la hereda posteriormente la República criolla peruana que es la continuadora de esa soberanía, sobre el mismo territorio que ya habían ganado los antepasados incas y españoles.  

 

 

 Por otra parte, si bien es cierto que la irrupción de la cultura occidental fue: un hecho histórico complejo, violento y crucial para los pueblos andinos,  explicable únicamente dentro de la coyuntura de su época;  haciendo un balance actual, libre de apasionamientos, de tal hecho histórico, cabe apreciar que con la llegada del elemento étnico español y occidental, se incorporó a estas tierras todo el bagaje cultural, tecnológico, que el resto del mundo había ido intercambiando y desarrollando, en mutuas inter-influencias entre sí, desde las civilizaciones de Mesopotamia, Egipto e Irán, a la China, la India, Grecia, Roma y Occidente en general; y que los hombres andinos desconocían, pues -hasta entonces- esta parte del mundo había permanecido aislada de tales contactos.

 

Así pues, otro elemento esencial, que define nuestra plural identidad, es la herencia hispánica, que constituye parte fundamental de nuestra peruanidad actual, que nos vincula o entronca con la gran cultura occidental y universal, con su pasado, presente y futuro; con la tradición filosófica y espiritual hispano-europea, con las instituciones y principios del Estado Democrático de Derecho Social, consagrado en nuestra norma fundamental, con el derecho de filiación romano-germánica, con la tecnología e industria modernas, con la economía y la política mundiales y que nos proyecta a todos los peruanos con nuestra comunión de intereses ante el mundo actual, con sus retos de globalización e intercambio.

 

Finalmente,  la razón de ser del Perú, se nutre del legado moral e ideológico de todas aquellas personas que han luchado e incluso se han inmolado por la patria peruana; cada una de ellas enaltece nuestra peruanidad plural, con sus múltiples herencias raciales y culturales. Rememoremos, solo por decir algunos nombres, a:  José Gabriel Túpac Amaru, Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, Francisco de Zela,  María Parado de Bellido, José Olaya, Andrés Rázuri,  Miguel Grau Seminario, Francisco Bolognesi, Andrés Avelino Cáceres y un gran etcétera. Su vida, acciones o ideas, entregadas de una u otra manera al ideal de la patria peruana, nos vinculan y nos obligan, como sucesores suyos en este territorio.

 

Por todo lo resumido, pocos países en el mundo tienen tantas razones de ser, como el  Perú; las mismas que provienen de su historia dramática y  fecunda a la vez, así como de sus raíces culturales, empapadas de olor andino e hispano, primordialmente; en fértil y a veces doloroso contrapunto.

 

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(1) Testamento del Conquistador español y vecino principal del Cusco:  Mancio Sierra de Leguízamo.  Fuentes: PEREYRA, Carlos: CUADROS DE LA CONQUISTA y LA COLONIA, UNAM- Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2001, pp. 82-83. También: VIENRICH, Adolfo: AZUCENAS QUECHUAS, Casa de la Cultura de Junín, Huancayo, Tercera Edición, pp. 70-73. 

 

(2) TOYNBEE, Arnold: ESTUDIO DE LA HISTORIA-Compendio I-IV. ALIANZA EDITORIAL, Madrid, 1971, pp. 65.

 

 

¿PROBLEMA INDIGENA?

¿PROBLEMA INDIGENA?

Desde los inicios de la expansión europea y occidental sobre el mundo, en la edad moderna, la historia del llamado “problema indígena” en AMERICA, es la historia del genocidio y del exterminio, sistemático e inmisericorde, de los pueblos originarios de este continente.

Ya en 1511, el sacerdote dominico fray ANTONIO DE MONTESINOS, planteó las todavía vigentes interrogantes, que aún deben remecer las conciencias de todos los seres humanos que puedan entenderlas, respecto a los entonces   llamados “indios” (hoy con mejor criterio llamados: pueblos originarios) :


“con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios?

¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas de ellas, con muertes y estragos nunca oídos, (los) habéis consumido?

¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos en sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren, y por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día?

¿Estos, no son hombres? ¿No tienen almas racionales? ¿No estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís?” (1)

Hace mas de veinte años, revisando textos en una biblioteca, leímos algo de un antropólogo francés (creo que era Robert Jaulin), que decía algo así como que: alguna vez, en un futuro no lejano, el hombre occidental (al que habría que agregar el criollo y el “mestizo”), rendiría un homenaje y un mea culpa póstumo e inútil, a un hermano muerto, extinto: el cobrizo, el rojo, el indio. Pues, no puede negarse, que de todos los troncos étnicos principales del mundo: blanco, negro, amarillo y amerindio, el último es el más desfavorecido, baste recordar que a la fecha no ha sobrevivido ni una sola sociedad política o estado que sea propio de algún pueblo autóctono de américa, todos han sido destruidos y a los sobrevivientes de las etnias y sociedades amerindias se les asimiló y se les sigue asimilando -por las buenas o por las malas- a la cultura y a la economía de los estados republicanos, criollos y mestizos.


La destrucción de lo indígena, es tan sistemática, que sobre los descendientes de las sociedades y civilizaciones primordiales de América, que se cobijan en las ciudades y se aculturan o sincretizan, se les lanza luego una aplanadora ideológica que pretende negarles toda identidad incluso desconocer su genotipo étnico, motejándolos de “mestizos”, por el hecho de vestir a la occidental y hablar el español. Habría que preguntar a los antropólogos y psicólogos sociales, cómo afecta tal situación a los individuos de esos antiguos pueblos, y si esa negación de su identidad: propicia ó no el crecimiento de la delincuencia, el alcoholismo, la drogadicción y la violencia.

Sabido es que para encarar un problema, debemos partir de un diagnostico acertado. Vistas así las cosas, cabe preguntarse: ¿de quién es el problema?, ¿es realmente de los llamados indígenas?. Por supuesto que no. El llamado problema indígena es una invención de los conquistadores y colonizadores, que ocuparon territorios que originalmente no detentaban ni compartían y que desean seguir extendiendo su control o explotando territorios con riquezas naturales, que aún se encuentran en el área de influencia de comunidades y poblaciones de origen nativo. Y su debida solución, obliga a sentarse a la mesa de debates, inter-pares, con las víctimas de semejante agresión y atender razonablemente todos sus reclamos.

Es lo mínimo que se puede pedir, en países donde todavía una gran parte de la población tiene sangre indígena (y donde todavía quedan pueblos originarios). Ya que nuestros actuales estados republicanos han heredado el estigma de la invasión y la usurpación inicial, que significó alguna vez la denominada conquista española.

 

NOTAS.

(1) DOCUMENTOS PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA EN AMERICA LATINA. Facultad de Teología- Departamento de Historia de la Iglesia, Pontificia Universidad Católica Argentina, Argentina, 2008. http://usuarios.advance.com.ar/pfernando/ http://webs.advance.com.ar/pfernando/

PERUANIDAD: NECESIDAD DE UNA PERSPECTIVA PLURAL DE LO PERUANO.

PERUANIDAD: NECESIDAD  DE  UNA  PERSPECTIVA  PLURAL  DE  LO  PERUANO.

Respecto a la identidad peruana y el caracter y sentido de "lo peruano", doctrinariamente se suelen encontrar diversas y contradictorias interpretaciones y puntos de vista, a los que hemos hecho referencia muy sucintamente en un artículo anterior;  quizás por ello,  es común que dentro de nuestra ciudadanía existan visiones pesimistas que niegan que lo peruano tenga alguna definición e incluso algún valor. Ante esa realidad, sería conveniente  tener en cuenta:

A) Que, la interpretación de la identidad y el problema nacional peruano, necesita de una perspectiva PLURAL, que recoja los aportes valiosos y constructivos de las diversas tendencias y concepciones que existen sobre dichos temas, sin absolutizar a ninguna de ellas. Pues, cada una de esas perspectivas nos puede brindar un punto de vista a tener en cuenta sobre el problema nacional. En esa forma, se nos hará posible, acceder a una concepción integral, que asuma y reconozca la realidad heterogénea y por eso mismo: sumamente rica, de la identidad peruana.

B) Ello significa que se debe superar los estrechos y prejuiciados márgenes del INDIGENISMO y del HISPANISMO, por ser visiones parcializadas e incompletas del problema, que absolutizan solo uno de los legados recibidos por nuestra patria y pretenden negar al otro. Lo cual es totalmente errado, pues la pluralidad de la identidad peruana actual, se nutre histórica, social, étnica y culturalmente de ambos aportes esenciales; al lado de otros legados menores como el afro-peruano y el oriental.

C) Que, igualmente, una interpretación moderna y acorde con el desarrollo de las ciencias sociales y con nuestra norma constitucional, respecto a la identidad y el problema nacional peruano, debe SUPERAR la TESIS DEL MESTIZAJE, por ser una mixtificación idealista, que algunos autores asumen de buena fe, pero que en la práctica sirve para negar la pluralidad de lo peruano; para ocultar la discriminación racial y cultural; para negar al hombre andino moderno y sus diferentes manifestaciones culturales, pero también para negar al blanco, al chino y al negro. En suma, la tesis del MESTIZAJE busca eludir, escapar, sublimar la heterogeneidad del Perú; heterogeneidad que sin embargo, es una realidad palpitante, tan igual a la pluralidad de la moderna sociedad española, norteamericana o suiza, por ejemplo, colectividades a las cuales a nadie se le ocurre motejarlas como “<i>sociedades mestizas</i>”, ni tampoco a sus ciudadanos. Siendo, que, la pluralidad del Perú está reconocida y consagrada por nuestra ley de leyes, la Constitución Política del Perú, norma fundamental, que a tono con su perspectiva humanista y democrática, acepta y defiende la PLURALIDAD étnica y cultural del Perú, en su artículo 2 numeral 19.

Abordar el tema de la identidad peruana, obliga pues: a reconocer que el Perú es múltiple y plural, que en él coexisten diversos tonos de piel, razas y culturas, cada cual con iguales derechos<b>:</b> hombres andinos, blancos, negros y chinos; miembros de una colectividad heterogénea con múltiples raíces, pero también con puntos de encuentro esenciales, como son: el compartir un mismo territorio y una misma problemática, el estar vinculados por una experiencia histórica y económica común y difícil, sobre la misma patria; todo lo cual se sintetiza en el actual estado democrático de derecho social y nos obliga, a afrontar solidariamente las necesidades y los retos del presente y del futuro.

IDENTIDAD PERUANA: LAS DIVERSAS CONCEPCIONES DE LO PERUANO.

IDENTIDAD PERUANA: LAS DIVERSAS CONCEPCIONES DE LO PERUANO.

 Frente a los problemas de la IDENTIDAD y el PROBLEMA NACIONAL PERUANO, algunos autores señalan que se han dado tres grandes orientaciones(1):

a) La que preponderiza el legado hispánico, blanco, occidental.
b) La que preponderiza el legado indígena o andino.
c) La corriente del MESTIZAJE.

Tales serían, en forma muy genérica, los polos o extremos, entre los cuales ha oscilado el debate sobre el problema nacional en el Perú. Esta clasificación puede servirnos para tener una primera visión, elemental, de la naturaleza de los enfoques que se han dado sobre el asunto; pero no agota la riqueza y multiplicidad de variantes que puede distinguirse dentro de cada uno de ellos.

Al respecto, compartimos la apreciaciòn, de que los diversos enfoques sobre la peruanidad, pueden ser clasificados tentativamente así:

- Interpretaciones de lo peruano, que priorizan o enfatizan como lo principal, al legado hispano y occidental, aunque sin negar el aporte indígena. Aquí podría ubicarse, por ejemplo, la  visión de pensadores como José de la Riva Agüero o José de la Puente Candamo.

- Interpretaciones de lo peruano que priorizan o enfatizan el legado andino o indígena. En las que se puede ubicar, con distintas características, a Luis E. Valcarcel, los diversos grupos de intelectuales indigenistas de las primeras décadas del siglo XX, José María Arguedas, Virgilio Roel Pineda, etc.

- Interpretaciones de lo peruano que priorizan o enfatizan que el Perú es MESTIZO, con muchos legados, pero de alguna manera con preponderancia de lo hispano. Verbigracia, los planteamientos de Víctor Andrés Belaúnde y José Antonio del Busto. También se ubicaría aquí Luis Alberto Sánchez.

- Interpretaciones de lo peruano que priorizan o enfatizan que el Perú es MESTIZO, con preponderancia de lo andino. Verbigracia, los planteamientos de José Varallanos, Horacio Urteaga,etc.

- La corriente de la INTERPRETACIÓN ECONÓMICO-SOCIAL del Problema Nacional. Que incluye muchas sub variantes. Fue iniciada por José Carlos Mariátegui y otros como Hildebrando Castro Pozo y continuada por Pablo Macera, Julio Cotler, Mirko Lauer, Nicolás Lynch, José Matos Mar, Wilfredo Kapsoli, Heraclio Bonilla, Karen Spalding, Waldemar Espinoza Soriano, etc,

- La corriente del PERU como país con identidades múltiples. Preconiza la PLURALIDAD RACIAL y CULTURAL del Perú. Tendencia, que surge a partir de la visión económico-social del Problema Nacional, más los aportes de la historiografía moderna, la etnología, la antropología cultural, la linguística y la sociología. En la que se ubica a pensadores tan diversos como: Alberto Flores Galindo (que revaloriza la utopía andina), Manuel Burga, Miguel de Althaus, Rodrigo Montoya, Nelson Manrique, Guillermo Lumbreras, etc. Creemos que Jorge Basadre también puede ser ubicado en este grupo, aunque con las reservas del caso.

- La tendencia que considera que el debate sobre la IDENTIDAD es una disquisición estéril y que no conduce a ninguna parte en esta época de la GLOBALIZACIÓN; señala que se debe tender a la modernidad, dejando de lado los nacionalismos y chauvinismos. En la que se ubica a Mario Vargas Llosa y otros.

En un próximo artículo sentaremos una opinión al respecto.


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(1) FUKUMOTO, Mary: POBLACION INMIGRANTE, GRUPOS ETNICOS e IDENTIDAD NACIONAL, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, Mayo 1986, pp. 18.